“La verdadera fortaleza no está en no caer, sino en levantarse cada vez con más sabiduría y compasión.” R.E. Mejías
En la vida, todos enfrentamos momentos de incertidumbre, pérdidas o desafíos que parecen insuperables. Las crisis, ya sean personales, profesionales o sociales, pueden sacudir nuestros cimientos y ponernos a prueba. Sin embargo, existe una capacidad interna que nos permite no solo resistir, sino también levantarnos con mayor fortaleza que es la resiliencia. Pero ¿Qué es la resiliencia? La resiliencia es la habilidad que tenemos para adaptarnos positivamente frente a situaciones adversas, aprender de ellas y salir fortalecido. No se trata de evitar el dolor o negar las dificultades, sino de enfrentarlas con una mentalidad de crecimiento. Es esa fuerza interior que permite reconstruirnos después de una caída.
¿Cuáles son los componentes claves de la resiliencia? Algunos de ellos son: La Autoconciencia emocional, reconozcamos y aceptemos lo que sentimos. Pensamiento optimista realista, no se trata de que ignoremos lo malo, sino de encontrar la esperanza en medio de la dificultad. Desarrollemos o fortalezcamos nuestra Red de apoyo, La resiliencia se fortalece cuando contamos con personas que nos sostienen emocionalmente. Por último, pero no menos importante tener un Propósito y sentido, saber que nuestras experiencias tienen un valor y nos pueden conducir a algo mejor.
Nos presento algunas estrategias que podemos desarrollar la resiliencia. Entre ellas se encuentran; Aceptar la realidad. No podemos transformar lo que no reconocemos. Debemos aceptar lo que nos sucede no es rendirse, es el primer paso hacia la acción. Fortalecer el diálogo interno. Debemos cultivar nuestra mente positivamente y sustituir frases de derrota por pensamientos que nos impulsen como, esto es difícil, pero puedo con ello. Establezcamos metas pequeñas. En tiempos de crisis, avanzar poco a poco genera confianza. Cuidar el cuerpo y la mente, significa que debemos dormir bien (aunque no sea fácil) alimentarnos de forma adecuada y practicar actividades como la meditación o el ejercicio físico impactan directamente en nuestra fortaleza emocional y, por último, pero no menos importante es que Busquemos apoyo profesional si es necesario, la resiliencia también es saber pedir ayuda.
En nuestro aspecto personal y profesional, porque somos la misma persona con distintos roles, en el plano personal, la resiliencia nos permite sobrellevar duelos, fracasos o enfermedades sin perdernos en el dolor. En lo profesional, nos ayuda a superar despidos, conflictos o fracasos laborales sin que nuestra identidad se derrumbe.
La resiliencia no es innata, se construye día a día, con cada experiencia difícil que decidimos enfrentar en lugar de evitar. Es una semilla que, bien cultivada, florece incluso en los terrenos más áridos. Como de costumbre, finalizamos con nuestra pregunta reflexiva: ¿Qué aprendimos de la última vez que tuvimos que levantarnos después de una caída?
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