“Una cultura organizacional fuerte no se impone; se inspira, se modela y se vive desde el liderazgo.” R. E. Mejías
El liderazgo tiene la capacidad de influir directamente en la percepción de los colaboradores sobre lo que es aceptable y valorado. Líderes con una comunicación clara, ética sólida y ejemplo coherente son capaces de consolidar una cultura positiva, productiva y resiliente. Según Schein (2017), “los líderes crean y cambian culturas mediante lo que prestan atención sistemáticamente, lo que premian, y cómo reaccionan ante crisis” (p. 221). Esto resalta que no basta con definir valores en un cartel; se requiere coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
La cultura organizacional representa el ADN de toda institución. Son los valores, creencias, normas y comportamientos compartidos que guían las decisiones y acciones de sus miembros. Una cultura sólida se manifiesta en la manera en que se trabaja, se colabora y se responde ante los retos. El liderazgo, en este contexto, no solo es un componente más, sino el principal motor que moldea y transforma dicha cultura.
Un liderazgo efectivo genera entornos donde se fomenta la innovación, el compromiso y el sentido de pertenencia. Por el contrario, una cultura mal dirigida puede promover la desmotivación, la desconfianza y el estancamiento organizacional. Según un estudio de Groysberg, Lee, Price y Cheng (2018), las organizaciones con culturas saludables reportan mejores niveles de satisfacción laboral, desempeño financiero y retención de talento. La investigación subraya que los líderes deben tener un conocimiento profundo de la cultura de su organización para poder alinear las metas estratégicas con los valores compartidos.
Además, el liderazgo influye en la adaptación cultural en tiempos de cambio. Cuando las organizaciones enfrentan crisis, fusiones o transformaciones tecnológicas, los líderes se convierten en guías esenciales que aseguran que los valores centrales se mantengan firmes mientras se promueve la flexibilidad necesaria para avanzar. En síntesis, la cultura organizacional no es un elemento decorativo; es una herramienta estratégica para el éxito. El liderazgo es el instrumento que le da forma, la impulsa y la transforma desde su núcleo.
Nos dejo esta pregunta reflexiva ¿Estamos liderando una cultura organizacional que inspira o simplemente estamos permitiendo que la cultura se forme al azar?
Referencias consultadas
Groysberg, B., Lee, J., Price, J., & Cheng, Y. J. (2018). The Leader’s Guide to Corporate Culture. Harvard Business Review. https://hbr.org/2018/01/the-culture-factor
Schein, E. H. (2017). Organizational Culture and Leadership (5th ed.). Wiley.