“Liderar con autenticidad es caminar con la verdad como guía, la coherencia como escudo y el ejemplo como legado”.” R. Mejías
En un mundo donde las apariencias a menudo pesan más que la esencia, el liderazgo auténtico se vuelve una necesidad urgente y necesario. No se trata de ocupar una posición o de tener seguidores; se trata de liderar desde la verdad, con coherencia entre lo que se dice, se piensa y se hace. Un líder auténtico no necesita máscaras, porque su autoridad nace de la confianza que inspira, del ejemplo que da y de la humanidad que muestra.
El liderazgo auténtico comienza por dentro. En lo personal, significa conocerse, aceptarse y actuar con integridad. Es reconocer fortalezas y debilidades sin pretensiones, ser fiel a los valores propios y mantener firme la brújula interna aun cuando los vientos externos quieran desviar el rumbo. El líder auténtico no busca perfección, sino crecimiento constante. No intenta impresionar, sino impactar.
En el entorno familiar, este tipo de liderazgo se traduce en presencia genuina. Es el padre, madre, hijo o hija que lidera con amor, ejemplo y respeto. Que pide perdón cuando se equivoca y enseña con acciones más que con discursos. La autenticidad en la familia fortalece los lazos, crea un ambiente seguro y construye una base sólida donde las emociones y los valores pueden florecer.
En el ámbito profesional, el liderazgo auténtico se manifiesta en la ética, la transparencia y la capacidad de inspirar sin manipular. Es el líder que escucha, el compañero que apoya, el visionario que no teme ser vulnerable. Un líder auténtico no se esconde detrás del poder, lo utiliza para elevar a los demás. Sabe que liderar es servir, no dominar.
Tal como expresa George (2003), el liderazgo auténtico se basa en la autenticidad, no en la imagen; en ser fiel a uno mismo, no en complacer a los demás. Esta aseveración resume el principio fundamental de este tipo de liderazgo; ser genuino, actuar desde los valores y no desde las expectativas externas.
Por otra parte, Como señala Brown, investigadora y autora reconocida en temas de vulnerabilidad y liderazgo, “la autenticidad es una colección de elecciones que tenemos que hacer todos los días. Se trata de la elección de presentarnos y ser reales. La elección de ser honestos. La elección de dejar que nuestro verdadero yo sea visto” (2012). Esta perspectiva subraya la importancia de la autenticidad como una práctica diaria y consciente en el ejercicio del liderazgo.
En todos los espacios, el liderazgo auténtico deja huellas profundas porque conecta desde lo humano. En vez de seguir modas pasajeras, se sostiene en principios firmes. En vez de imponer, propone. En vez de aparentar, se muestra tal cual es. Y es precisamente esa verdad sin adornos la que transforma, inspira, influye y convoca.
Finalizamos con la pregunta reflexiva para todos nosotros ¿Estamos liderando desde la imagen que proyectamos o desde la verdad que vivimos?
Algunas de las referencias revisadas fue las siguiente:
Brown, B. (2012). Daring Greatly: How the Courage to Be Vulnerable Transforms the Way We Live, Love, Parent, and Lead. Gotham Books.
George, B. (2003). Authentic leadership: Rediscovering the secrets to creating lasting value. Jossey-Bass.