A lo largo de millones de años de evolución, nuestro cerebro ha desarrollado tres partes fundamentales, según la teoría del cerebro triúnico (la palabra viene del latín “tri” (tres) y “unus” (uno) que refleja la idea de tres partes en un solo cerebro), que es una propuesta del neurocientífico Paul D. MacLean en la década de los noventa. Estas partes son: el cerebro reptiliano (o primitivo), el sistema límbico y la corteza cerebral (neocórtex).
El cerebro primitivo es la parte más antigua y básica. Este cerebro instintivo controla funciones esenciales para nuestra supervivencia, como la respiración, el ritmo cardíaco y la reacción ante el peligro. Aunque vivimos en un mundo moderno, esta parte del cerebro sigue influyendo en nuestras decisiones diarias y en cómo reaccionamos ante el estrés y los desafíos.
¿Qué es el Cerebro Primitivo? De acuerdo con la teoría de Paul D. MacLean, el cerebro primitivo se compone principalmente del tronco cerebral y el cerebelo. Es responsable de nuestras respuestas instintivas, conocidas como el mecanismo de “lucha, huida o congelación”. Este mecanismo nos permite reaccionar rápidamente ante amenazas percibidas, activando una serie de respuestas automáticas que nos preparan para sobrevivir. Por ejemplo, si nos enfrentamos a una situación peligrosa, como un ruido inesperado en una calle oscura, el cerebro primitivo desencadena una cascada de adrenalina que aumenta nuestra frecuencia cardíaca y nos pone en alerta máxima.
En nuestra vida personal, el cerebro primitivo a menudo actúa como una alarma silenciosa. Cuando percibimos una amenaza, real o imaginaria, el cerebro primitivo puede hacernos reaccionar impulsivamente, sin una evaluación lógica. Esto puede llevar a situaciones donde el miedo o el enojo dominan nuestras acciones, como responder agresivamente a una crítica o evitar situaciones nuevas por temor a lo desconocido. Una recomendación es practicar la respiración consciente y técnicas de relajación ayuda a calmar el cerebro primitivo, permitiéndonos responder con lógica y no solo con instinto.
En las relaciones familiares, el cerebro primitivo puede activarse durante discusiones o conflictos. Por ejemplo, cuando percibimos una crítica de un ser querido, nuestro cerebro primitivo puede interpretar esto como una amenaza a nuestro “territorio” emocional, provocando reacciones defensivas o agresivas. La recomendación es que reconozcamos cuándo estamos reaccionando desde el cerebro primitivo nos permite detenernos, respirar y considerar una respuesta más empática y consciente.
En el ámbito laboral, el cerebro primitivo puede interferir con nuestra capacidad para manejar el estrés. En situaciones de alta presión o cuando recibimos una retroalimentación negativa, podemos sentirnos atacados y reaccionar impulsivamente, lo que puede afectar nuestra relación con colegas y superiores. ¿Cuál es la recomendación? Es desarrollar la inteligencia emocional ya que nos ayudará a manejar las reacciones instintivas, permitiéndonos enfrentar los retos laborales con calma y perspectiva.
¿Cómo dominamos al cerebro primitivo? Aunque el cerebro primitivo es una parte integral de nuestra biología, no tiene que dominar nuestras vidas. Algunas estrategias para manejar las reacciones son: (a) Identificación de desencadenantes: Reconocer qué situaciones activan nuestras respuestas instintivas. (b) Respiración y Mindfulness: Hacer ejercicios de respiración profunda y meditación ayudan a calmar la respuesta de lucha o huida. (c) Reestructuración Cognitiva: Debemos atrevernos a cuestionar nuestros pensamientos automáticos para responder con lógica y (d) hacer ejercicio físico nos ayuda a liberar tensiones y equilibrar las respuestas del cerebro primitivo.
Para concluir, el cerebro primitivo, como parte del modelo de cerebro triúnico propuesto por Paul D. MacLean (1990), es una herramienta poderosa de supervivencia que nos ha acompañado desde nuestros ancestros. Sin embargo, en el mundo moderno, es esencial equilibrar estas respuestas instintivas con el pensamiento consciente. Aprender a identificar y manejar el cerebro primitivo nos ayuda a reaccionar de manera más efectiva en nuestra vida personal, familiar y profesional.
Finalizamos con la siguiente preguntan ¿En qué momentos de nuestras vidas hemos sentido que nuestro cerebro primitivo toma el control y cómo podríamos manejar esas situaciones de una manera más consciente?
Referencia
MacLean, P. D. (1990). The Triune Brain in Evolution: Role in Paleocerebral Functions. Springer.