El liderazgo es la capacidad que tenemos cada una de las personas en influenciar, positiva o negativamente, en las personas. Goleman autor de libros sobre la inteligencia emocional, define las emociones como la capacidad de los seres humanos en conocer sus sentimientos y emociones (1998). Cuando las personas dominan sus emociones se sienten más comprometidos consigo mismos. En otras palabras, las emociones establecen como las personas responden, se comunican y comportan.
Además, Goleman, identifica las 8 cualidades que establecen la inteligencia emocional que son: el autocontrol, la empatía, el entusiasmo, la persistencia, motivación, destrezas, autoconciencia y la confianza. En consecuencia, podemos inferir que el liderazgo se puede relacionar con la inteligencia emocional. Por otra parte, Goleman ha establecido que el liderazgo se relaciona con el género de las personas y establece que todos los seres humanos tienen la capacidad de desarrollar el liderazgo según habilidades intra e interpersonales.
Para Betina Rama autora del libro Liderazgo Femenino, las mujeres sean desarrollado como expertas en el manejo de crisis y tienen la capacidad de adaptarse más fácil a los cambios que los hombres. Esta capacidad les provee manejar con más eficiencia las inseguridades y las ambigüedades que es imprescindible para el éxito tanto en un ambiente laboral como profesional. Por otra parte, la consultora de Recursos Humanos Amalia Vanoli, indica que, en el aspecto laboral, las mujeres con inteligencia emocional desarrollan buenos equipos de trabajo y usan la motivación como estrategia para conseguir mejores resultados.
Algunas de las competencias que determinan el liderazgo femenino son:
- Están orientadas hacia las personas. Motivan a sus compañeros a encontrar su potencialidad y a lograr sus metas personales y profesionales.
- Son colaboradoras. Para ellas el trabajo en equipo es orgánico, son inclusivas y se preocupan porque los asuntos fluyan de forma correcta.
- “Multitasking”. Tienen la capacidad de hacer varias cosas a la vez y con diligencia.
- Son inclusivas. El liderazgo femenino es horizontal, en otras palabras, todos pueden realizar cualquier tarea, entienden y promueven la participación de todos y tienen la capacidad de compartir información y cualquier persona puede liderar proyectos, o compartir el liderato.
- Empáticas. Tienen la capacidad de percibir el lado humano de las personas y reconocen cuando sus compañeros tienen alguna preocupación personal o profesional.
- Disposición al cambio: El enfoque está basado en las personas, en la comunicación, tienen un sentido de pertenencia, calidad, persuasión y de innovación.
Para concluir, todos tenemos la capacidad de ser líderes sin importar el puesto que poseamos o nuestro género. Sin embargo, el liderazgo femenino tiene unos atributos que, para este autor, vienen atados a ese privilegio que tienen por ser el género que Dios le brindó la responsabilidad de dar vida. Esas características de empatía, intuición y solidaridad hacen que puedan conectar de una forma más ágil con las demás personas. Su responsabilidad social, comunitaria, organizacional y familiar son atributos que llevan con mucha responsabilidad y sobretodo con la capacidad de realizarlas con el amor y rectitud que conlleva ser un líder honesto, visionario, competente y solidario, tanto en el aspecto personal como profesional.
Referencias
Goleman, D. (1998). La práctica de la inteligencia emocional. Recuperado de http://pmayobre.webs.uvigo.es/master/textos/evangelina_garcia/practica_inte_ emocional.pdf
Goleman, D., Boyatzis, R., McKee, A. (2004). El líder Resonante crea mas: El. Poder de la Inteligencia Emocional. Editorial Plaza & Janés.